¿Qué es el autoexamen de mama?
El autoexamen de mama es una práctica de autocuidado que
pueden utilizar las mujeres en la prevención del cáncer de mama. Según Breastcancer,
se trata de una estrategia que puede ayudar a detectar cualquier tipo de
anomalía de forma temprana, y en consecuencia poder obtener tratamiento médico
a tiempo.
Generalmente, se realiza a través de la observación y
la palpación de las mamas, con el propósito de verificar que no se ha generado
ningún cambio y que no han aparecido bultos o masas en la zona.
Es recomendable que además del autoexamen de mama, las
mujeres acudan de manera regular al médico para hacerse exámenes como
ecografías, mamografías o resonancias magnéticas, ya que de esta manera pueden
resolver cualquier duda y verificar si todo está bien.
Pasos para realizar el autoexamen de mama
Los pasos para llevar a cabo un autoexamen de mama son
relativamente sencillos. Las técnicas pueden variar mucho de un autor a otro,
pero lo más común es evaluar los cambios que se presenten en el área de
los senos y las axilas, ya sea a través de la vista o de la palpación.
Algunos de estos pasos se pueden realizar en cualquier posición, aunque lo que se suele recomendar es utilizar un espejo que permita tener una visión completa de las mamas. A continuación, le comentamos qué pasos debe seguir y qué es lo que puede esperar de cada uno de ellos.
Inspección visual
Uno de los primeros pasos del autoexamen de mama es la
inspección visual, que consiste en observar detenidamente las mamas frente a un
espejo, revisando la presencia de cualquier cambio o anomalía en
ellas.
Lo ideal es que esto se realice en un lugar bien iluminado,
y frente a un espejo de cuerpo completo. Es importante que la persona
pueda ver sus senos de forma completa, y evaluar si hay cambios en la textura
de la piel.
En el autoexamen de mama también se debe verificar la
posición de los pezones, y los movimientos de los senos cuando se levantan los
brazos o se inclinan hacia adelante.
Palpación de la mama
Después de la inspección visual, es importante revisar los
senos a través de la palpación, para profundizar en los detalles que se
percibieron con la vista, y comprobar si existen bultos o masas en las
mamas.
La forma de hacerlo es muy sencilla, se deben utilizar
las yemas de los dedos de la mano contraria a la mama, palpando suavemente toda
la zona. Algunas personas lo hacen dividiendo los senos en sectores, y
empiezan desde la parte externa hacia el centro, explorando toda el área
con detenimiento.
Exploración de la axila
Por último, se deben explorar las axilas, ya que en
esta zona se encuentran los ganglios linfáticos, y cualquier anormalidad en
ellos puede ser una señal de que existe un problema. En esta parte también se
debe evaluar si hay bultos, masas o algún tipo de hinchazón.
Detectar cambios en estos ganglios linfáticos tempranamente
puede ser crucial para la detección precoz del cáncer de mama y puede
influir en el enfoque de tratamiento recomendado por los profesionales de la
salud.
Cualquier hallazgo que se realice en esta zona debe ser
verificado por un especialista, ya que son las únicas personas capacitadas para
hacer un diagnóstico.
¿Cuándo realizar el autoexamen de mama?
Según la National Breast Cancer Foundation, las mujeres
adultas de todas las edades deberían hacerse el autoexamen de mamas al
menos una vez por mes. Asimismo, señala que el 40% de los diagnósticos de
cáncer de mama son detectados por mujeres que se hicieron el autoexamen y
descubrieron un bulto en sus senos.
Para las mujeres que se encuentran en el periodo de
menstruación, lo mejor es hacer el autoexamen una semana después, ya que durante
la menstruación los senos están más sensibles e hinchados. En el caso de
las mujeres que no menstrúan, se puede definir una fecha para llevar a cabo el
autoexamen todos los meses.
Signos de alerta
Cuando se hace el autoexamen de mama, es fundamental
prestar atención a algunos signos de alerta. De esta manera, se puede
determinar si es necesario asistir a un especialista médico, o si no hay nada
de qué preocuparse.
Algunos de los síntomas más comunes del cáncer de mama son
la presencia de bultos o masas en los senos, además de cambios
en la textura o el color de la piel. Veamos de forma más detallada cuáles
son estos signos de alerta, y cómo se puede determinar si representan un
problema para la salud.
Algunos de estos bultos o masas pueden generar dolor, pero
cuando se detectan no necesariamente se debe pensar que se tiene cáncer de
mama. Lo más recomendable es acudir a un especialista médico para hacer algunos
exámenes y determinar si se trata de una protuberancia benigna o de uno de
los síntomas del cáncer de mama.
Cambios en la textura de la piel: Los cambios de textura en la piel son otra señal de alerta que se puede descubrir a través del autoexamen de mama. La piel de esta zona debe estar libre de enrojecimiento, irritación, hoyuelos, arrugas o cualquier otra anormalidad.
Cambios en el pezón: Los cambios en los pezones también pueden ser un indicador de que algo no está bien, sobre todo si empiezan a retraerse o invertirse. La retracción de un pezón está directamente relacionada al cáncer de mama, porque los tumores pueden generar presión sobre los conductos mamarios y alterar su estructura natural.
Asimismo, se debe prestar atención a cualquier secreción del
pezón, o a los cambios que se puedan producir en el color o la textura de la
areola.
¿Qué hacer si se detecta un problema en las mamas?
En caso de detectar cualquier problema, como bultos o
cambios repentinos en los senos, se debe acudir a un médico de inmediato.
La mayor parte de las veces estos cambios responden a
causas benignas, sin embargo, en algunos se pueden deber a la presencia del
cáncer de mama.
Lo mejor es no entrar en pánico, ya que, hasta no tener un
diagnóstico médico, no hay forma de comprobar de qué se trata. También se
recomienda buscar apoyo emocional, ya que hacer los exámenes y esperar por los
resultados puede ser angustiante y en algunos casos genera mucha ansiedad.